martes, 15 de noviembre de 2016

Corriendo en la oscuridad

Esto sucedió hace algunos años.

Mis papás habían salido de viaje a Oaxaca, y para no dejarme sola, le pidieron a la señora que nos ayudaba en la limpieza que viniera a dormir a la casa, a lo cual accedió.  Por la tarde llegó con su hija y algo de ropa.

Todo transcurría normal, el negocio de mis papás ya estaba cerrado pues ya era bastante tarde y la señora y yo nos pusimos a platicar en la terraza, mientras su hija dormía en el cuarto junto al mío.

Ella se encontraba de espaldas a la calle, y yo de pie frente a ella.   De pronto, mientras ella me platicaba algo que ya no recuerdo, miré hacia la casa de Doña Elena (la vecina de enfrente, una casa a la derecha) y vi en la penumbra una persona corriendo en el techo a toda velocidad.

El techo de la casa de Doña Elena se terminó, y esta persona siguió corriendo en la oscuridad por el techo de la siguiente casa.  Todo sucedió en menos de un minuto; mi amiga hablando, yo sin escucharla por mirar qué seguía después: ¿se caería...?, ¿se detendría...?

El techo de la casa del vecino se terminó, pero él seguía corriendo a toda velocidad. 

Contuve la respiración en el momento en que se caería al vacío... ''¡Se va a caer...!'' -balbuceé, señalando al vacío con la boca y los ojos bien abiertos.  Para mi incredulidad, el hombre no se detuvo... ¡Siguió corriendo a toda velocidad en el aire! Atravesando la distancia del patio de doña Mary, quien vive en una casa de dos pisos, justo en la esquina.  Al llegar a la orilla de la casa de doña Mary, el hombre se metió por la ventana, mientras yo narraba sorprendida ''¡Se metió por la ventana!'' como tratando de convencerme a mi misma de que no era un sueño loco.

Mi amiga volteó, justo en el momento en que el hombre hecho de sombra se desapareció por la ventana.

Cuando me preguntó: ''¿Quién?'' -sólo atiné a responderle: ''Nadie...''